El sol ya no luce en mi balcón

Si allá por el 28 de abril os hacía sabedores de que se podía ver la puesta de sol desde el salón de casa ahora he de anunciar que tal fenómeno astronómico ha dejado de suceder.

He de decir que no se exactamente cuando ha dejado de verse la puesta de sol, porque entre el mal tiempo que llevamos estos últimos días y que alguna que otra vez me ha pillado fuera de casa no he podido verificar mis sospechas de que la cosa había terminado por este año.

Queda el consuelo de que nos volveremos a ver la primavera que viene.

Registro en Open Street Map

Mi primera edición fue ubicar el campamento romano de Aquis Querquennis

Un proyecto interesante, el de Open Street Map. El objetivo: realizar de manera colaborativa un mapa con licencia de uso libre.

Hay ya unas cuantas aplicaciones para smartphones que permiten navegar sin conexión a internet aprovechándose de este proyecto, uno de los motivos añadidos que me ha animado a colaborar, ya que los mapas para España son, en general, muy poco detallados, incluso en las grandes ciudades.

Por desgracia el proyecto es algo hostil hacia los nuevos usuarios, con una ayuda un tanto caótica, traducida en muchos casos de manera confusa en la que la Guía para nuevos usuarios, cuya intención es que edites contenido en poco tiempo, te arrastra a través de innumerables páginas llenas de flecos sueltos en el procedimiento a seguir, para llegar a unas últimas páginas en blanco ante las que te planteas si realmente irán en serio o pretenden que nadie les moleste.
A pesar de todo finalmente me registré y después de lidiar con la mencionada guía opté por dejarla a un lado y lanzarme a usar el editor de mapas JOSM, buscando en Google las dudas que me fueran surgiendo. El resultado fue mucho menos frustrante de ese modo.

El potencial del proyecto es enorme, con opciones para indicar innumerables datos de los elementos añadidos. No hay más que mirar la información sobre la civilización que se puede aportar a un recinto arqueológico. Cualquiera se echaría atrás ante semejante exigencia de información, pero no hay que olvidar que la filosofía es la de una wiki, de modo que aporta lo que puedas y si alguien lo considera oportuno está en su derecho de ampliar lo que tu hayas echo.

Ahora sólo queda coger el GPS e ir guardando rastros. Y sobre las quejas referentes a la ayuda: ¡Es una wiki! ¡Colabora!

Londres. Big Ben y El London Eye

Hacía ya tiempo que no ampliaba la lista de Postales del Mundo, pero la espera ha terminado, gracias a Bea, que me ha mandado este recuerdo desde Londres.

¿Pero Bea no se había ido a Londres hace ya algún tiempo? ¡Pues sí! Parece que la postal ha sufrido alguna que otra vicisitud, tal vez por los altercados en varias ciudades londinenses en la época, pero lo cierto es que el matasellos es de día 9 de agosto. ¡15 días de viaje! Lástima que la propia postal no pueda mandar postales, porque en todo ese tiempo seguro que ha visitado algún lugar interesante.

La ascensión al Everest

"La ascensión al Everest", de Sir John Hunt

Primera lectura

Terminado: 2011.08.23

Nota: 9,5

Comentario: llevaba tiempo intrigado por la escalada del Everest y dio la casualidad de que en la pasada Feria del Libro Antiguo y de Ocasión estaba esta edición de bolsillo de la aventura. No dejé pasar la oportunidad y me lo traje a casa.

Un libro excelente. Como buen libro de viajes está preparado a partir de los diarios de los expedicionarios al mando de Sir John Hunt que en 1953 lograron por primera vez alcanzar la cima de la montaña más alta del mundo.

Sin duda se merecería un 10, pero la falta de mapas para seguir el desarrollo de la acción resulta algo molesto. Esa es la única pega que le puedo poner y he de aclarar que, por las menciones a mapas y fotografías que se hace en los Reconocimientos parece ser que este problema puede ser solamente de esta edición. Para más información he de decir que se trata de la 1ª edición, de junio de 1998 de Plaza & Janés, dentro de la colección Viajes y Aventuras.

A pesar de este pequeño defecto es, sin lugar a dudas, un libro muy recomendable para los amantes de la naturaleza, y el seguir los pasos de los expedicionarios se soluciona fácilmente buscando un poco en Internet.

XXXIII Travesía a Nado na Ría de Vigo

Después del éxito del año pasado no se podía dejar pasar la ocasión de volver a nadar en el Bao.

El agua estaba como un plato y el tiempo aguantó bien. La organización repartió pulseritas con código de barras para gestionar informáticamente las listas de llegada, todo un avance realizado con el esfuerzo del patrocinador, esos grandes almacenes de logo cual pino tumbado y que patrocinan a la muchachada del papa.

Mi objetivo personal: evitar los tumbos que pegué el año pasado yendo de un lado a otro en lugar de seguir una linea recta y tratar de mejorar la posición lograda.
Lo primero no fue difícil, desde el principio me metí entre el montón de nadadores como si fuese afurricando dentro de un jacuzzi o rodando el remonte de una tropa de salmones con pies. Casi echo las tripas antes de llegar a la primera boya, pero luego fijé el ritmo y me mantuve dentro de la manada, siguiendo el consejo que se daban dos amigas justo antes de salir: "cada cuatro brazadas mira dónde está la boya" Gran consejo, he de añadir, porque mis compañeros de manada sí que dieron algún bandazo. Al final llegas a echar de menos el sentir todas esas burbujitas recorríendote mientras avanzas.
Lo segundo, de mejorar la marca anterior, queda en suspenso por el momento porque,oh misterios de la informática, con tanto avance pulseril no pudieron imprimir la lista de clasificados. ¿Se les quedaría sin tinta la impresora? Dicen que el lunes se podrá consultar en Internet.

Por el momento yo me voy a tumbar, porque tengo los brazos como un muñeco de Barrio Sésamo, como si fueran dos trapos que me siguen a donde vaya.

Por cierto, mi número de este año: el 146.

Apuntado para la travesía a nado

Ahí que vamos, así llueva o haya olas. Al final, y tan al final, como que era el último día posible, me he apuntado a la travesía a nado. Y no ha sido fácil, que sigo convaleciente de las lesiones ciclisteriles.*

* Léase como una excusa por si finalmente el domingo se produce un caso grave de gallinitis aguda.

¡Averiados!

Algo parecido a lo de la señal es lo que nos pasó a Bea y a mi esta mañana en Portugal cuando íbamos dando una vuelta en bicicleta por aquellas tierras. Suerte que en las inmediaciones había un centro comercial en el que, cual zombi necesitado de sustento, penetró Bea a la caza de unos botes de alcohol y mercromina, a la par que a por un poco de agua del baño para lavar sus heridas.

Resultado: magulladuras generales y unas cuantas rozadas, especialmente en el sillín de la bici de Bea, que ha quedado como si le hubiera mordido un tiburón. Por suerte nada importante, aunque alguien estaba pensando en pedir una baja. Se ve que el final de vacaciones no solo afecta a Fran.

The empress of Mars (La emperatriz de Marte)

"The empress of Mars" (La emperatriz de Marte), de Kage Baker

Primera lectura

Terminado: 2011.08.14

Nota: 7,5

Comentario: Una historia épica sobre los primeros colonos de Marte.

No es un mal gancho, ni tampoco una mala descripción, de no ser porque en el fondo es una historia idealista en la que pronto descubres que los buenos siempre ganan. A pesar de este temprano descubrimiento la lectura es amena y los personajes, que podrían perfectamente haber llegado a Marte desde un western clásico están profundamente desarrollados.

Otro par de adquisiciones más

Hoy he vuelto por la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión. Bea estaba catatónica en el hospital y nos fuimos a dar un paseo. Como aun no se había pasado nos fuimos hasta la alameda, y aunque ella no compró nada a mi me llamaron la atención un par de libros que ayer había dejado pasar por alto. Leyendo la contraportada descubrí lo que realmente eran y me los traje para casa:

• "La ascensión al Everest", de Sir John Hunt. Este hombre era el lider de la expedición que en 1953 coronó por primera vez la cima de la montaña más alta del mundo.
• "Vengo de la Edad de Piedra", de Heinrich Harrer. Narra una de las últimas expediciones a las tierras altas de Nueva Zelanda de comienzos del siglo XX que entraron en contacto con civilizaciones primitivas.

Cada uno por 4€. Una pena que no me llamasen la atención ayer, porque si los hubiese cogido junto con el de "Por el Nilo en kayak" me hubiesen salido los tres por 10€. No es que suponga gran diferencia, pero siempre queda la sensación de haber perdido la oportunidad de ahorrarte unos dinerillos.

Libros de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión

He de decir que ha sido un buen año en la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión, en esta su XX edición. He tardado en pasarme y por poco me olvido, pero después de acercarme a la Plaza de Compostela hace unos días con la bici me fijé el firme propósito de acercarme con algo de dinero, que esta gente no está para regalar los libros. Dicho y hecho. Ayer por la tarde, aprovechando que el tiempo acompañaba (para no ir a la playa) me fui y a poco más y no vuelvo. Un montón de libros en los que rebuscar, un montón de libros de los habituales (¿se puede saber cuántos libros imprimieron de la edición en bolsillo de Blade Runner?) y una buena colección para traerme a casa bajo la llovizna. La lista quedó así:

• "Viejo siglo XX", de Joe Haldeman 
• "Viaje desde el ayer", de James P. Hogan (lo cogí porque con el de Haldeman eran 2 x 10€, en lugar de 1 x 6€)
• "Narraciones extraordinarias", de Edgar Allan Poe (4€)
• "Alejandro Magno", de Gisbert Haefs (me encantó su novela "Anibal") (5€)
• "Por el Nilo en kayak", de John Goddard (4€)

Bueno, ahora a hacer hueco entre tanto libro en inglés para retomar la lectura en castellano.

Y si eso me paso de nuevo por la feria a por otra bolsa de libros.