31 marzo, 2012

La Reconquista. Esa rememoración de tiempos ¿medievales?

Sale barato. Tu asignas un espacio para puestos y la gente paga por montar su pequeño negocio, se ambienta siguiendo los mismos estilos que para la Arribada de Bayona o cualquier otra feria de época y a traer turistas aprovechando el tirón de la reciente declaración de Fiesta de Interés Turístico de Galicia.
Lo malo es que por mucho que llegues con la idea de que fue algo que sucedió en 1809 (siglo XIX) terminas convencido de que estás en algo que debió pasar en plena edad media, y cuando te cruzas con un tipo que va vestido de afrancesado lo miras con cara extrañada.

Al final es simplemente una fiesta y de lo que trata es de divertirse, chuzarse y comer chorizos, o eso parece ser viendo al personal.
Recuerdos nostálgicos de los cuatro gatos que, hace no tantos años, nos juntábamos en la Plaza de la Constitución a gritar los nombres de las parroquias en la representación de la reconquista, cuando llega le momento en que las milicias populares empiezan a organizarse para recuperar la ciudad de la ocupación francesa.

2100 metros en 40 minutos

Una ligera mejora en cuanto a velocidad esta mañana en la piscina. 2100 metros en 40 minutos, viene siendo una media de 3,15 Km/h. No es que sea para tirar cohetes, pero algo hemos subido.

Posiblemente sea debido a que disfruté de una calle toda para mi, sin tener que planifica cruces o adelantamientos. Además, en los últimos 20 largos (250 metros) no los hice como acostumbro, sino que metí más crol, que siempre resulta algo más rápido. Vamos, que no creo que esta pequeña mejora se consolide en próximos días.

Lo mejor del día de piscina: los dos crios que me crucé en el vestuario y que discutían sobre si un coche puede superar la barrera del sonido, que, según quien opinaba que no, está situada en torno a los 500.000 Km/h, velocidad a la cual, por cierto, un coche parece ser que podría dar la vuelta al mundo en una hora. Sorprendentes estos animalitos.

27 marzo, 2012

Un día deportivo

Hoy ha sido un día activo en lo que a ejercicio se refiere.

Después de una presentación exitosa llegué a casa con tiempo suficiente como para gorronearles una comida a mis progenitores, así que después de la pertinaz llamada me puse en camino a Cabral con la bici. 20 minutos con 20 segundos me llegó alcanzar la puerta del primero, nada mal considerando la falta de rodaje.
A la vuelta acompañé a mi madre hasta casa de mi tía, en Barreiro, y desde allí a casa de nuevo a pedales.

Finalmente por la tarde/noche (que gusto da ver como se pone el sol a las nueve menos cuarto) tocó piscina, haciendo los habituales 2500 metros, pero esta vez en algo menos de 50 minutos, mejorando ligeramente la media.

A pesar de aumentar algo la velocidad media he de decir que la sensación en el agua no fue todo lo buena que pudiera, perdiendo un poco esa impresión de deslizamiento que tenía hace algún tiempo.

26 marzo, 2012

¡Pikachu salvó el Pokepark!

Lo admito. Me gustan los pokemon. Lástima que no me caigan tan bien los entrenadores. Los pobres bichos tienen iniciativa propia, pero como la muestren más allá de los deseos de su carcelero, como es el caso de charizard, son vistos con malos ojos.

La suerte es que hay juegos como Pokepark Wii: la gran aventura de Pikachu, que, hay que admitirlo, no son excesivamente exigentes, permiten jugar con los pokemon sin tener que cargar con esos pesados humanos.
Vale, que sólo puedes controlar a Pikachu, salvo en los megarretos, pero aún así proporciona unas cuantas horas de diversión buscando los cristales para salvar el parque de la destrucción.

La cuestión es que en descansos entre mesa de estudio y diseño de presentación esta tarde he conseguido que el rayo amarillo reuniera todos los trozos de crital para restaurar el equilibrio del Pokepark.
Y a saber el tiempo que me queda hasta encontrar a los 49 pokemon de los que todavía no me he hecho amigo.

Un juego entretenido, con un cierto aire RPG, para sentarse delante de la tele en los tiempos muertos. Se salva en cualquier momento y en pocos minutos puedes notar que has avanzado en la aventura. ¡Y además es PEGI 3!

24 marzo, 2012

2100 metros, por falta de tiempo

Hoy llegamos un poco justos de tiempo a la piscina, así que para no hacer esperar demasiado a Bea al final de sus clases estuve algo menos de tiempo en la pila, aún así conseguí hacer 2100 metros, que no está mal si consideramos los compañeros de calle que tenía (una ameba y una auténtica batidora de doble varilla con bañador) y que, además, llevábamos una temporada sin aparecer por el lugar debido a la crisis de los pósteres del congreso nacional de radiología.
Cosas que pasan.

11 marzo, 2012

John Carter

Lugar: Yelmo Cineplex Vigo

Fecha: 2012/03/11

Asistentes: Edu, Fran, Hugo

Sesión: 12:15

Precio: 6,00€

Nota: 7,5

Comentario: Una excelente película de aventuras, aunque en los momentos espectaculares no llega a enganchar del todo.

Acción y aventuras sin parar durante algo más de dos horas. Una estética trabajada sobre el concepto de ciencia ficción de la época victoriana, aunque por momentos llega a recordar a Flash Gordon. Innumerables guiños a Star Wars, pero con las bromas justas para que no se desvirtúe.
Sin lugar a dudas una de las películas a considerar este año, de no ser porque algo falla en la narración y los personajes no terminan de conectar con el público. Puede que sea la actuación de los protagonistas, en aparente imitación del peor muñeco de cera de Johnny Depp o la alargada sombra de Piratas del Caribe y sus horribles secuelas.
Parece que Disney ha encontrado otro filón para franquiciar, ahora habrá que esperar a ver si lo gestionan hábilmente.

10 marzo, 2012

De vuelta al agua, otra vez

Tras una semana pachucha de verdad, Bea se ha animado a volver a la piscina, y me ha arrastrado con ella. Resulta curioso lo poco te uno se esfuerza en ir a este lugar y lo mucho que se añora su falta cuando se regresa a él.

Sea como sea la cuestión es que he nadado otros 2250 metros, empleando 45 minutos (llegamos algo tarde para las clases de Bea) y sin necesitar gran esfuerzo.

Sigo con la esperanza de mejorar, aunque parece que va a ser incluso más difícil de lo que en principio me esperaba.

09 marzo, 2012

Vuelta a los pedales

Va a ser verdad eso de que las bicicletas son para el verano, o al menos para cuando estamos a veintitantos grados y con un sol que casi anima a darse un chapuzón.

Sea por lo que sea por fin he desempolvado la bici, que ya hacía tiempo desde la última, para subir a Cabral a comer con mis padres. Aprovechando el viaje también le metí un lavado, desengrase, engrase y ajuste de los cables de la transmisión. Vamos, lo que para una bici debe ser una limpieza de primavera.

Ahora a intentar darle un poco de alegría a la pobre sacándola más de casa, eso sí, en cuando solucione el problema con las gafas, que se me han roto por meterlas donde no debía.