19 julio, 2014

Poder bucear sin el puñetero tubito

No es mi frase, sino la de uno de los guías de buceo que esta tarde nos dieron un bautismo de buceo en la piscina desmontable del Decathlon dentro de la semana de los deportes de agua.

Ha sido una pasada.

Después de unos comienzos en los que respiraba hasta hincharme como un globo, cambiando así mi flotabilidad, he comprendido que ya no necesitaba cojer aire para seguir allí abajo y me he relajado. Todo ha ido fluido como la seda y la única pega fue no tener más espacio para moverme y algo a lo que mirar.

La única pega: la sorprendente cantidad que uno suelta en forma de burbujas y que se van por alrededor de la máscara cuando se trata de mirar al frente. Habría que plantearse un respirador con una salida tipo snorkel para que no molestase al disfrute de la naturaleza.

Bueno. Centrémonos. Que tanto a mi como a Bea nos ha encantado la experiencia y en cuanto nos den cita nos pasaremos a un bautismo de mar, del de verdad.
¿Los responsables de todo esto? Decathlon y la escuela de buceo Atlantis.